· No ser autoritario, arrogante ni arrollador; no manifestar desprecio hacia los alumnos; ser paternalmente firme y emplear la necesaria energía de modo senero, prudente y digno. Imponer respeto a los alumnos sin humillarlos ni intimidarlos.
· Tratar las infracciones mas graves de modo objetivo e impersonal, sin mostrarse ofendido o enojado personalmente. La indisciplina debe ser reprobada como conducta inconveniente y antisocial que habla de los individuos que la practican. No interpretarla como afrenta o desacato a la autoridad personal de profesor. Terminado encidente, no demostrar resentimiento o intensiones de persecución o venganza; tratar a los alumnos con naturalidad, como si nada hubiera sucedido antes.
· No reprender nunca a la clase entera por faltas cometidas por algunos alumnos; mucho menos se debe castigar a toda la clase; además de injusto, seria antipsicologicoy contraproducente. Por el contrario, aislar a los agentes de la indisciplina, contrastando su conducta con la de los de los demás miembros, de la clase.
· En suma, procuarar crear y mantener en las clases una atmosfera sana de responsabilidad, interés y calor humano, espíritu de trabajo y amor a los estudios. Por encima de todo se debe ser educador, nunca fiscal ni un perseguidor de os alumnos.
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